La empresa ATANG impulsa la innovación en el procedimiento de rejuvenecimiento vaginal no quirúrgico. Utiliza una terapia láser de 650 nm aprobada por la FDA y dispositivos de electromiostimulación (EMS), que no son ni quirúrgicos ni hormonales. El EMS estimula la contracción, mejorando el tono muscular y el control vesical. La terapia láser ayuda a la formación de colágeno, lo cual es beneficioso para la preservación y restauración de los tejidos vaginales. Este enfoque es ideal durante la fase de recuperación tras el parto, cambios menopáusicos o como parte del mantenimiento preventivo rutinario. Estudios clínicos muestran que el 89 % de las participantes reportaron una sensación de mayor firmeza en seis semanas y también se observó un aumento en la fuerza muscular del suelo pélvico. La enfermera, al ser portátil y compacta, se opera desde casa, satisfaciendo así las necesidades de pacientes ocupadas. El rejuvenecimiento sin esfuerzo y sin tiempo de inactividad está respaldado por la ciencia.